El juego constituye un
elemento básico en la vida de un niño que, además de divertido, resulta
necesario para su desarrollo.
A través del juego, el niño
adquiere independencia, cultiva las relaciones con su entorno natural, social,
familiar y cultural, fomenta el espíritu de la cooperación, la amistad, la
tolerancia, la solidaridad, construye nuevos conocimientos a partir de los que
ya posee, desarrolla sus habilidades y sus cualidades de líder, de buen
compañero, es decir, se desarrolla como una persona, adquiere pautas de
comportamiento y una filosofía de líder.
Y después de todos estos
aspectos tan positivos que desarrolla el juego en nosotros… ¿cómo no íbamos a
darle el espacio que se merece en nuestro aula?
Pues así lo hemos hecho y, entre
todos, decidimos crear nuestro propio mercado en el que el juego era el
principal protagonista y a través del cual desarrollamos aspectos tan positivos
como los que comentábamos anteriormente.
La idea surgió porque Suso
nos pedía en su libro que averiguáramos a qué tienda habían ido a comprar oveja
y sus dos amigos según el dinero que tenían y lo que habían gastado en cada
ticket. Nosotros queríamos verlo de una forma más clara y significativa, porque
de esta forma nos parecía muy abstracto, así que decidimos montar un mercadillo
J
Al ser nuestro primer
mercado, lo hemos hecho de una forma sencilla, en el que utilizábamos monedas
con el valor de 1 € cada una, y donde cada puesto decidía el precio de sus
productos. Más adelante, puesto que disfrutamos muchísimo con esta propuesta y faltaron también algunos compañeros,
realizaremos otros mercados aumentando el grado de dificultad.
Gracias a nuestro mercadillo
no solo hemos podido trabajar conceptos lógico-matemáticos (operaciones aritméticas, clasificaciones, cuantificadores) y hemos conocido el
entorno del mercado (del que ya sabíamos muchas cosas y gracias a lo cual hemos aportado
muchísimas ideas), sino que también hemos trabajado otros aspectos muy
necesarios como es el trabajo cooperativo (entre todos hemos montado un
mercadillo, en grupos hemos montado nuestros propios puesto), la responsabilidad
(hemos cuidado todos los materiales de nuestro mercado, hemos cuidado el
medioambiente porque cada uno llevábamos nuestra propia bolsa J), las habilidades sociales
(esperar nuestro turno para ser atendidos, mostrar empatía con nuestros
compañeros cuando hacían su trabajo, fórmulas de cortesía: “buenos días”, “por
favor”, “gracias”)… ¡Y mucho más!
Así que ahora… ¡os vamos a
enseñar todo lo que hemos hecho! ¿Estáis preparados?
Pues empezamos trabajando en
nuestra pizarra posibles compras que podríamos realizar y cuánto nos costarían,
a través de la suma (con objetos-moneda y con números).
Después decidimos qué
puestos iba a tener nuestro mercado, teniendo en cuenta qué “productos” podríamos
vender de clase, y nos repartimos en grupos.
Pero… ¿qué necesitábamos
para poder comprar? Estuvimos diciendo diferentes cosas que necesitábamos hasta
que salió… ¡el dinero! De modo que también tuvimos que fabricarlo nosotros
mismos. Pintamos nuestras monedas, les pusimos el símbolo del euro (aunque a
alguno se nos olvidó…) y las recortamos. ¡Parecían de verdad!
Y una vez tuvimos nuestras
monedas… ¡Nos pusimos a organizar nuestros puestos! Vimos los productos que
íbamos a vender, los colocamos en nuestro mostrador, hicimos una lista de precios
(algunos nos liamos un poco al rellenar la tabla pero no pasaba nada… ¡era
nuestra primera vez!) y pusimos el cartel con el nombre de nuestra tienda
(muchas gracias a Izan y a su familia que nos trajeron hechos estos carteles de
forma espontánea, ¡no nos lo esperábamos!). Solo nos faltó el cartel de la tienda de animales, pero sus dependientes ya se encargaron de hacerla :)
¡Ya teníamos todos nuestros
puestos listos! Mirad que bien nos quedaron…
Y ahora teníamos que dividirnos en vendedores y compradores, así que lo hicimos por turnos. Aquí podéis vernos
en el papel de compradores, con nuestras bolsas y nuestro dinero… ¡teníamos
seis monedas para gastar! Pero como nuestros comerciantes eran tan buenos,
cuando se nos acababa el dinero nos prestaban más… ¡Es que había mucho qué
comprar!
Y por fin… ¡Se abrió el
mercadillo!
Como podéis ver a través del juego aprendimos, disfrutamos y lo más importante… ¡hemos
sido muy felices!
Gran trabajo María !
ResponderEliminarLos peques aprenden muchas más cosas con estos juegos que con las fichas , es un aprendizaje divertido y te animamos a que sigas esta línea
Gracias
Monica Pomares
Como siempre excelente en tus labores! Te agradecemos mucho tu dedicación extra. Tu trabajo esta dando sus frutos.
ResponderEliminarComo siempre excelente en tus labores! Te agradecemos mucho tu dedicación extra. Tu trabajo esta dando sus frutos.
ResponderEliminar